¿Qué aceite lleva mi coche? Evita averías

Para saber qué tipo de aceite necesita tu coche deberás consultar el manual del vehículo, el cual indicará cuál es el aceite más adecuado. Sin embargo, este tipo de indicaciones no detallan el tipo de viscosidad que necesita, por lo que es recomendable llevarlo a tu taller de confianza para así determinar concretamente el tipo de aceite que este necesita. Otro punto a tener en cuenta viene a ser el tiempo que lleva contigo el vehículo por lo que sí ha estado en constante funcionamiento y no te ha dado problemas con el tipo de aceite seleccionado, deberás mantenerlo teniendo en cuenta el tipo de marca en caso de que puedas notar un bajo rendimiento, de ser este el caso un cambio progresivo será la mejor opción. Ver todas las ofertas de renting disponibles

Consejos para saber que aceite necesitas

Primero, deberás saber que existe una gran variedad de aceites que se ven diferenciados en base a su viscosidad, lo que se traduce a cuanta temperatura pueden soportar al entrar en contacto con el motor en marcha. Es importante saber que no es lo mismo un aceite de 5w30 a uno 10w40, ya que su composición es completamente diferente y, dependiendo de la estación en la que te encuentres, puede reducir el rendimiento del vehículo y dañar alguna pieza del motor. Para conocer el tipo de aceite que debes seleccionar debes tener en cuenta la estación del año en la que te encuentras y la fórmula del mismo.

Tipos de lubricantes para coches

La importancia de un buen lubricante para tu vehículo es un aspecto que le ayudará al buen funcionamiento del motor. Debes conocer cada uno de los tipos de lubricantes que prometen mejorar el rendimiento del coche y su motor según la situación o la temperatura correcta que estos necesitan. Por lo que te daremos a conocer los siguientes:

Lubricantes minerales: Estos son elaborados directamente por la destilación del petróleo el cual se caracteriza por mantener un extenso índice de viscosidad, aunque es muy inestable al entrar en cambios con la temperatura de manera continua.
Lubricantes sintéticos: Por otra parte, estos son extraídos por la mezcla de diferentes tipos de derivados provenientes del petróleo y el etileno. El índice de viscosidad de este lubricante es mucho más elevado por lo que su resistencia a los cambios de temperatura es mayor que los minerales. Sumado a esto, un mayor desempeño ante los procesos de evaporación y oxidación.
Lubricantes con tecnología sintética: Este se obtiene al mezclar lubricantes minerales con lubricantes sintéticos por lo que normalmente cuenta con una proporción que va desde los 60% y 80% en aceite mineral con el resto tratándose de aceite sintético.

Aceites para motores híbridos

Los vehículos híbridos se han abierto paso a través de los años, por lo que han aumentado la importancia de los lubricantes para este tipo de modelos debido a cada una de sus excelentes características basadas en sus componentes, siendo estos los encargados principales de dotar al vehículo con el rendimiento necesario. Como cualquier otra motorización, el uso de aceite es indispensable, en su composición podemos encontrar una gran cantidad de aditivos, como también antidesgaste y anticizallamiento lo que da paso a una fluidez favorable a la hora de arrancar el motor en condiciones climatológicas muy bajas. Es aconsejable que consultes con tu taller de confianza el tipo de lubricante que necesita tu coche híbrido.

Aceites para autogas o GLP

Uno de los carburantes más populares como alternativa para la gasolina viene a ser el aceite de autogas, también denominado GLP, ya que este tiene como principal ventaja que al quemarse este produzca una menor cantidad de C02, y a su vez un menor consumo de combustible, por lo que sería una de las razones principales por la cual es utilizado en su mayoría. Este tipo de motores a autogas es una solución en cuanto a las emisiones de C02 y el gasto considerable de combustible, al igual que ocurre con los otros motores estos dependen de las normas de emisión contaminantes. El uso de aceite en sus diferentes mecánicas es indispensable, teniendo como enfoque principal contar con un uso continuo y correcto del mismo. De esta manera las diferentes mecánicas estarán perfectamente lubricadas para evitar desgastes prematuros y corrosiones.

Aceites para motores de gasolina

Conocido en su mayoría como el carburante estándar para cualquier tipo de vehículos, el aceite para motores gasolina ha mantenido su fórmula con los años pudiendo mantener un rendimiento impecable en la carretera, sin embargo, uno de sus puntos negativos viene a ser la gran emisión de C02 que este crea al recorrer una gran cantidad de kilómetros, considerándose sumamente dañino tanto para el usuario como para el medio ambiente. Por otra parte, marcas como Repsol se posicionan como las mayores referentes en cuanto a este tipo de aceite debido a su consistencia viscosa que le permite fácilmente complementarse con el motor para hacer funcionar a este último.

Aceites para motores diésel

Como se mencionó con anterioridad, existen una multitud de variantes para el aceite de motores diésel, debido a que la consistencia de estos, es de suma importancia para el correcto funcionamiento del motor. Para esto existen dos tipos de aceites como lo son el multigrado, el cual se basa en poder funcionar durante todo el año gracias a las mejoras en cuanto a su viscosidad y, además, se mantiene estable durante diferentes condiciones climáticas. Por otra parte el aceite monogrado suele ser utilizado en circunstancias plenamente establecidas para su correcto funcionamiento.

Normativa vigente de los lubricantes

Por lo general son utilizadas dos tipos de normas para los lubricantes de los vehículos las cuales son:

Norma API: Es una norma americana la cual fue creada por el instituto de petróleo que clasifica los lubricantes según sean sus cualidades. Esta es clasificada por la letra S siendo de esta manera para los vehículos bencineros y con la letra C para los vehículos con motor Diésel.
Norma ACEA: Por su parte esta ha sido creada en conjunto con distintos fabricantes de automóviles los cuales definen un sistema propio para clasificar los motores que a su vez exigen una serie de normas que los lubricantes deben cumplir, para ser utilizados en motores europeos.

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