La falta de materiales no solo afecta a los conductores sino también a los trabajadores de las fábricas de coches

A día de hoy, estamos involucrados en una profunda crisis económica en todos los ámbitos ya que la pandemia del Covid-19 ha dejado grandes estragos en la sociedad. Esto ha desembocado en la industria del motor en concreto en otra gran crisis, la cual se encuentra fundamentada en la falta de materiales. Estos van desde los famosos microchips, que es el elemento que más está dificultando la producción de vehículo, hasta el magnesio, el aluminio y los cables. Y es que la Guerra entre Ucrania y Rusia también está haciendo muy complicada la creación de nuevos vehículos para los consumidores.

Viendo todo esto, es normal que no sólo afecte a la producción de coches, sino también a los trabajadores de la industria del motor. Estos, al producir menos cantidad de coches por motivos obvios, también están teniendo menos trabajo y, por lo tanto, los responsables están diciendo despedir a una gran cantidad de personas. Al final, la situación es inevitable y difícil de gestionar, por lo que los trabajadores son de los primeros afectados por esta coyuntura. Si quieres saber más sobre esta situación, sólo tienes que seguir leyendo este artículo.

¿Cómo ha influido la crisis de los microchips y la Guerra de Ucrania en este aspecto?

Pese a que todas las marcas han reconocido la crisis mundial de componentes, no son iguales las consecuencias ni las medidas que han tomado al respecto. En lo que sí coinciden es en buscar la máxima transparencia con el cliente, para así poder pactar esperas sin problemas. Al final, es lo más lógico para quitarse de problemas judiciales por incumplimientos de contrato y demoras. La escasez de los microchips hace referencia a la falta planetaria de elementos vitales, sobre todo de los semiconductores, para la creación de bienes formados por componentes electrónicos.

Esta escasez ha dado de lleno al mundo del motor y más en un momento en el que aún se necesitan más estos componentes electrónicos. Esto se debe a que la mayoría de marcas quieren cumplir las exigentes homologaciones actuales en emisiones y seguridad, algo que finalmente será necesario para poder comercializarse y circular por vía pública. Por lo que, tal y como hemos dicho antes, la recesión económica y de movilidad creada por la pandemia puede explicar esta falta de chips. Algo a lo que también ha contribuido la Guerra entre Ucrania y Rusia, lo que termina afectando a los trabajadores.

¿Qué importancia tiene la Guerra de Ucrania en la producción de cables?

La industria del motor se está resintiendo mucho debido a que los cables son un elemento clave en el que participaba de manera fundamental Ucrania. Esto se puede observar en los datos del análisis de Comtrade que fue realizado en 2020. Se afirma que los arneses de cables son el elemento del mundo del automóvil que más exportaba Ucrania, en concreto lo exportaba a la Unión Europea.

Tanto es así que llegaba prácticamente al 7% de todas las importaciones de este producto. Pese a no parecer una cifra muy elevada, supone un cambio muy importante en la producción de coches. Además, son 22 las compañías relacionadas con el sector que han invertido más de 600 millones de dólares en 38 fábricas y dan empleo a un total de más de 60.000 ucranianos. Lo que indica que la Guerra de Ucrania se está notando mucho en el país en general, pero también en la producción de coches deportivos, SUV y demás modelos. Marcas como Volkswagen, Porsche y BMW ya han expresado su debilitamiento por la situación. Estas circunstancias indican una imposibilidad de producir vehículos y por tanto el despido de muchos trabajadores.

¿Qué se está notando más en la escasez de materiales?

Por ejemplo, ahora la mayor escasez de materias primas esenciales que se está dando para el aluminio utilizado en la fabricación de automóviles está amenazando con empeorar aún más esta situación, la cual está ya bastante tensa por lo poco que se puede ofrecer al consumidor. Y esto no sólo es para modelos únicos que tengan un chasis o una carrocería completa de aluminio, como pueden ser algunos modelos de Audi o Tesla. Esto influye a la hora de fabricar algo tan sencillo como una llanta de aleación o un disco de freno, los cuales tienen magnesio en su composición. Al igual que ocurre con los motores que no tienen un bloque de aluminio y tienen una culata de aluminio.

Desde diferentes puntos del planeta, han avisado que el magnesio supone una parte fundamental a la hora de fabricar un vehículo, por lo que si este falta, tendrá que pararse también la producción a la larga. Esta industria del motor, además, da sólo en Europa trabajo directo a 2,6 millones de personas y, de manera indirecta, el coche da trabajo a otros 10 millones de personas en el viejo continente. Y es que las reservas de magnesio ya se están agotando aquí, por lo que se ve un panorama muy negativo en cuanto a escasez de suministros también en China.

Además de la Guerra de Ucrania y la falta de ciertos materiales, ¿por qué los coches nuevos son más caros?

Es cierto que las subidas de precio se están incrementando algo más porque también la tecnología que se está introduciendo en los coches es mejor y más cara. Se está produciendo un relevo generacional en cuanto a coches se refiere y eso se nota en los precios, como en sus equipamientos, diseños y motores.

Sin embargo, en otros momentos pasados también había estas mejores sustanciales de las condiciones de los coches y no había tanta subida de precio. De hecho, que un modelo subiera de precio era la excepción y no lo habitual que pasaba de manera general en todo el mercado. Por lo que, lo que más está influyendo en la subida de precios de los coches, como hemos dicho anteriormente, son las circunstancias que hay dentro de la economía mundial y española y, por lo tanto, también la inflación que se ha producido.

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