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Esta situación se viene repitiendo desde hace tiempo y es que, tras el parón de 2020 por la pandemia, la industria del motor ha tenido que lidiar con la falta de semiconductores. Esto lo que hace es limitar la posibilidad de producir coches, algo que se junta con la subida continua de los precios del transporte por mar. Y sin olvidarnos de que en este 2022 también se ha producido una falta de magnesio para las marcas de coches y sus proveedores.
Esto hace que las circunstancias que hay prácticamente se hagan insostenibles para la industria, la cual se está reblandeciendo por todo ello. Se trata de una situación que está provocando que una gran cantidad de coches se queden paralizados en campas y no sean utilizados, otros que no puedan ser ni acabados en su totalidad. De hecho, la escasez mundial de magnesio podría provocar un parón casi total de la industria. Esto es así porque el magnesio, aunque casi no se use de forma directa en el coche (ya que arde con facilidad), sí que entra en la composición de otro material ampliamente utilizado en esta industria, el aluminio.
¿Qué se está notando más en la escasez de materiales?
Por ejemplo, ahora la mayor escasez de materias primas esenciales que se está dando para el aluminio utilizado en la fabricación de automóviles está amenazando con empeorar aún más esta situación, la cual está ya bastante tensa por lo poco que se puede ofrecer al consumidor. Y esto no sólo es para modelos únicos que tengan un chasis o una carrocería completa de aluminio, como pueden ser algunos modelos de Audi o Tesla. Esto influye a la hora de fabricar algo tan sencillo como una llanta de aleación o un disco de freno, los cuales tienen magnesio en su composición. Al igual que ocurre con los motores que no tienen un bloque de aluminio y tienen una culata de aluminio.
Desde diferentes puntos del planeta, han avisado que el magnesio supone una parte fundamental a la hora de fabricar un vehículo, por lo que si este falta, tendrá que pararse también la producción a la larga. Esta industria del motor, además, da sólo en Europa trabajo directo a 2,6 millones de personas y, de manera indirecta, el coche da trabajo a otros 10 millones de personas en el viejo continente. Y es que las reservas de magnesio ya se están agotando aquí, por lo que se ve un panorama muy negativo en cuanto a escasez de suministros también en China.
¿Dónde está ocurriendo todo esto?
Lo cierto es que esto está pasando alrededor de todo el globo, no sólo en Europa. Por ejemplo, Alcoa, el cual es el mayor fabricante mundial de aluminio, ha experimentado que algunos de sus proveedores en Estados Unidos ya han dejado de entregar las materias primas invocando las cláusulas de fuerza mayor. Estos apartados dan validez a los proveedores a la hora de suspender las entregas por circunstancias ajenas a su voluntad sin verse penalizados. Por lo que, la situación se puede considerar bastante límite.
De hecho, empresas como Matalco ya avisaron a sus clientes de que no han conseguido hacerse con todo el magnesio que requiere el año 2022. Esto tendrá su efecto en la reducción de su producción y, por lo tanto, tal y como está viendo con muchas industrias, se está implantando un racionamiento de las entregas. Lo que hace que haya enormes listas de espera para conseguir materiales y/o coches.
¿A qué se debe la falta de magnesio?
Esto es principalmente porque el mayor proveedor mundial de magnesio, que es China, ha cerrado directamente el grifo. Como todos sabemos, este gigante asiático está pasando por una crisis energética, la cual ha visto su influencia en la subida de los costes del sector siderúrgico. Este además es un enorme consumidor de energía. Por lo que para afrontar esto y equilibrar gastos, el precio de venta de los metales y las materias primas debe ser más alto. Y la mejor manera de hacerlo es limitando la oferta, claro.
Por este motivo, China ha limitado sus exportaciones de magnesio, al igual que está pensando hacer con el abastecimiento del silicio. Este es otro mineral importantísimo para la industria del motor ya que entra en la composición de una gran cantidad de elementos fabricados con aleación de metales, como las llantas o un brazo de suspensión. En el caso de que China no quiera producir más magnesio, en Europa ya no se podría hacer. Al menos a corto plazo y es que ya no se produce de forma significativa magnesio en Europa desde 2001. Según cálculos de diferentes organismos, el 95 % del magnesio que necesita Europa es importado de China.
El aluminio en Europa
Desde diferentes organismos, se ha pedido que el gobierno alemán interpele al gobierno chino para poder agrandar el suministro de magnesio que este está dando a Europa. Además de que también se está exigiendo a Alemania que presione a la Unión Europea para que la producción de este material regrese al continente. Esta situación no sólo afecta al mundo del coche, sino que el aluminio se encuentra presente dentro de la construcción, la aeronáutica y en casi cualquier producto manufacturado con algo de metal.
De hecho, el jefe de la División de Investigación sobre Asia del think tank alemán de SWP Hanns Günther Hilpert afirmaba que «China ha desarrollado estratégicamente la minería y el procesamiento. Hoy en día lo importante es la Bolsa de Metales de Shanghái, no la de Londres».
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Más detalles de la situación de desabastecimiento
Además, ahora Europa quiere fabricar en su suelo las baterías de los coches eléctricos. Por lo que, no está de más recordar que el control de las 30 materias primas importantes para la Unión Europea está en manos de China. De hecho, el 45 % de estas tienen su origen en China. Una de las más importantes son las tierras raras y es que, tras la crisis de los materiales que hemos comentando anteriormente, no sería extraño que hubiera una crisis también de estas.
Con la pandemia, se pudo ver que Europa necesita mucho la ayuda de China en este sentido, además de en otros como la electrónica de consumo. Pero, con la crisis posterior, se está pudiendo ver aún más que esta está avanzando.
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